Sergio Ponce, el árbitro que le sacó “roja” a la muerte y sigue con su pasión

Corría el año 2018. Sergio Ponce, árbitro de fútbol, había decidido dejar de lado el silbato y la ropa “negra” para “volver a ponerse los cortos” y despuntar el vicio de los sábados junto a sus amigos de Villa Las Delicias, pero nunca pensó que su vida cambiaría rotundamente en cuestión de segundos.

El 10 de marzo sufrió un terrible accidente con su moto cuando un camión lo rozó y lo hizo caer pesadamente a la vera de la Ruta 9. Estuvo diez días inconsciente.

Los facultativos, encabezados por el Dr. Murad, le daban pocas esperanzas, inclusive cayó en un coma farmacológico. “Traumatismo de cráneo con pérdida de conocimiento, traumatismo de tórax con contusión pulmonar bilateral, traumatismo cerrado de abdomen, además de fracturas costales y de pelvis, y una fisura en la base de la rótula en una de sus rodillas”, se leía en el parte médico, pero para Dios no hay imposible.

Así estaba Sergio en ese momento.

Sergio se despertó y su recuperación fue lenta pero con la convicción de que todo iba a volver a ser normal. Sergio hoy vive y respira ser árbitro nuevamente y dirigiendo en cada cancha que se lo designe.

En un diálogo con sgosports.com.ar, reveló que durante los diez días que estuvo inconsciente “estuve con personas que para mí eran desconocidas, pero que me hablaban de cosas que nunca en mi vida había escuchado y esas palabras me dieron fuerzas para seguir adelante. Me ayudó bastante”.

En el accidente que protagonizó el árbitro (estaba catalogado en ese año como uno de los mejores en la Liga Santiagueña de Fútbol), murieron dos personas. “Las enfermeras me decían que yo estaba peor que ellos y no creían que yo me iba a despertar”, señaló.

En otro tramo del diálogo con nuestro portal deportivo, prosiguió: “Volver hacer lo que más me gusta es algo que siempre estaré agradecido a Dios”.

Y continuó: “Cada 10 de marzo se me vuelven esos malos recuerdos y máxime cuando paso por el hospital, lamentablemente, se me vienen esos momentos por el lugar donde estuve tres meses internado. Gracias a Dios hoy puedo disfrutar de mi familia y de la vida”, enfatizó.

Y en ese sentido, tuvo palabras más que emotivas hacia su madre. “En estos momentos no tengo a mi madre. Ella estuvo siempre a mi lado cuando me ocurrió ese accidente y es lo que más triste me pone dentro de todo lo que viví en mi vida. se la extraña, pero se que me cuida desde arriba”.

Cuando se le consultó, cómo ve la vida luego de semejante momento, contestó: “Ahora valoro mucho a la vida, a la familia, a los momentos que paso con ellos y con mis compañeros árbitros. El otro día, cuando se celebró el día del árbitro, Francisco Acosta, referente de nuestro arbitraje actual, al entregarme una distinción, tuvo palabras elocuentes y justas al decir que se entregaba este premio a una persona que hizo todo para seguir con nosotros y que además cumple dos veces el año, el 10 de marzo y un 8 de mayo. En ese momento, allá por 2018, estaba cerca de cumplir el anhelo de dirigir a nivel Nacional por mi tabla de mérito, pero eso ya pasó y ahora me enfoco a seguir dirigiendo y disfrutando del arbitraje”.

“Antes del accidente -prosiguió- pensaba que nunca me iba a ocurrir estas cosas, nunca había pisado un hospital, pero de todo esto destaco que Dios nunca se alejó de mi lado”, sentenció.

Con relación a lo que significa el arbitraje para su vida, Ponce no tuvo reparos en decir: “Es lo más importante de mi vida, obviamente después de mi familia. Cuando me dieron el alta, después de tres meses, estaba postrado en una cama en mi casa y pensaba que tenía que hacer todo lo que estaba a mi alcance para superar eso. Decía siempre que quería seguir. Un amigo masajista, en aquel momento, quiso hacerme unos masajes y no quise porque pensaba que sólo iba a pararme y superar eso. Ahora entreno normalmente gracias al profesor Ríos, al kinesiólogo Fernando Paz que me ayudó mucho y agradecido a Dios siempre”.

Al final del diálogo con sgosports.com.ar, dejó un mensaje. “Hoy tengo un amigo que tuvo un accidente y lo hablé desde mi experiencia. Estaban a punto de amputarle una pierna, pero gracias a la Fe en Dios y a su voluntad de recuperarse, no sólo eso no sucedió sino que además que se recuperó satisfactoriamente. No hay que decaer y estar siempre con Fe en Dios, es lo que puedo decirles a la gente”, concluyó.

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