Iban 78 minutos del partido que Liverpool ganaba 2-1 al West Ham cuando Jurgen Klopp decidió mandar al campo de juego a Mohamed Salah. El delantero estrella del equipo fue suplente y en el momento más tenso del partido, el entrenador lo mandó al campo. Mientras se acomodaba las medias, Klopp se acercó a darle la mano a Salah. El 11 lo ignoró, Klopp insistió dos veces, hasta que hubo apretón de manos. La reacción fastidió al DT, se lo reprochó a Salah, quien no se quedó callado y fue con todo al alemán.
Según publica el medio Bitbol, en ese preciso instante, Klopp y Salah se olvidaron del partido de Liverpool, del público, de las cámaras de televisión y decidieron mostrar las diferencias que tienen desde hace un tiempo. Al finalizar el partido, no hubo saludo entre ambos. Klopp ingresó al campo, Salah se fue al vestuario.
Luego de ello, Salah lanzó veneno en la puerta del vestuario: “Si hablo, incendio todo“. Por su parte, Klopp fue político: “Hablamos dentro del vestuario, para mí es un tema cerrado”. Versiones encontradas, diferencias que salieron a la luz y un Mohamed Salah indignado, que ahora quiere irse del Liverpool.
El delantero egipcio de 31 años manifestó su deseo de continuar en el Liverpool, al punto de culminar su carrera profesional allí. Su contrato vence en junio del 2025 y hay buena predisposición para renovarlo a fin de año.
