Un niño de 7 años que lucha contra un tumor cerebral maligno tiene un último deseo: poder llamar por teléfono a su ídolo, Julián Álvarez. Pero lo que Julián Álvarez hizo por él fue mucho más que una simple llamada; fue un gesto mucho mayor, que dejó asombrados al hospital y a la familia del pequeño.
Julián arribó hasta el hospital, pidió ver al niño y cuando fue autorizado, llegó hasta él, lo abrazó y le dio muchas fuerzas en este momento.
Un gesto enorme del argentino.