El costado futbolero de Pepe Mujica: la humildad como base

Los uruguayos suelen ser conocidos por su naturaleza tranquila y amable, y esto se refleja en la cercanía de sus figuras públicas y en la sencillez con la que viven su vida diaria. Un ejemplo claro de esto es el expresidente José Mujica, fallecido hoy y quien fue admirado internacionalmente por su informalidad y falta de protocolo.

En el libro “Una oveja negra al poder”, los periodistas Andrés Danza y Ernesto Tulbovitz narran una anécdota en la que Mujica esperó a Luis Suárez en el aeropuerto después de que el futbolista recibiera una dura sanción por morder a Giorgio Chiellini en el Mundial de Brasil. Mujica le dio palabras de aliento y le dijo que todas las tormentas pasan.

Suárez se mostró sorprendido y agradecido por el gesto del presidente, quien también defendió al futbolista después de que Uruguay fuera eliminado del Mundial, criticando duramente a la FIFA.

Mujica explicó que nunca dejaría solo a un “botija” como Suárez, demostrando su apoyo incondicional al jugador. Mujica conocía bien a Suárez, a quien consideraba un “gurí bárbaro” que se había hecho de abajo y tenía buenos sentimientos.

La carrera de Suárez ha sido marcada por momentos de genialidad en el campo, pero también por incidentes controvertidos. A pesar de esto, ha logrado triunfar en clubes como el Liverpool y el Barcelona.

Las críticas de Pepe Mujica a la industria del fútbol

“Los sueldos de algunos jugadores de fútbol ofenden, sobre todo por cómo están nuestros pueblos. Pero no es culpa de los jugadores. Los jugadores son el pretexto para una movilización económica que gira alrededor de ellos. Ellos no pueden escapar a la realidad de nuestro tiempo”, indicó el ex máximo funcionario uruguayo, siempre adalid de una vida modesta pese al poder e influencia que podía ejercer, en 2020.

El recuerdo del Maracanazo, el último título mundial de Uruguay

Sobre la gesta de la Celeste en el Mundial de 1950, Mujica también recordó hace cinco años atrás: “Lo viví con el dedo apretando a una lámpara para poder escuchar una vieja radio Edison. Probablemente fue una de las emociones más grandes que tuvo la historia de nuestro fútbol. Nunca vi una fiesta popular tan grande. Me quedó grabado para siempre”.

La increíble historia de un modesto club del ascenso uruguayo con Pepe Mujica

Año 2012. Llovía en Paso de la Arena, pero los jugadores de Huracán de aquella localidad del país vecino no se tomaban descanso: el sueño del ascenso a Primera seguía intacto. Mientras entrenaban en el gimnasio del club, algo inesperado interrumpió la rutina.

“En determinado momento vemos que pasa el fusca celeste por enfrente de la sede y uno de los jugadores dice, ¿Pero, no es el Pepe Mujica el que está bajando del auto?”, contó Carlos Rodado, DT del equipo. No era común ver al presidente tan cerca. Mujica se dirigía a la ferretería, cargando una tapa de inodoro. Rodado y su asistente se le acercaron y lo invitaron a saludar al plantel. “Gustosamente aceptó”, dijo.

La visita fue recibida con aplausos. Mujica habló con cada jugador, compartió su visión de esfuerzo y superación. “Hay que salir adelante, trabajar mucho y tener los objetivos claros”, les dijo. Prometió volver “al asado” si logran el ascenso. “Su llegada fue como una bendición”, resumió Rodado. Sin custodia, solo acompañado por “su perrita Manuela”, la escena se volvió viral. Como él mismo dice: su forma de vida es parte de su “libertad jurada”.

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