No podía ser de otra manera. La noche de este viernes, el punto que hizo vibrar al estadio Cuscatlán fue el tener presentes a Jorge “Mágico” González y a Leo Messi. Juntos. Dos leyendas únicas, en un partido especial.
Fue el ídolo de los salvadoreños, el jugador más grande que ha tenido este país, y al que adoran en Cádiz, la cereza del pastel. A la de una gran noche.
Es que era el más idóneo para representar al fútbol nacional y a la historia azul. El Mago tuvo su mejor espacio cuando bajó al césped y recibió la ovación de la gente, la de su “paisito”.
El instante cumbre fue ese saludo de recibimiento entre “Mágico” y Messi. Era ver a dos grandes que enchinó la piel. El campeón del mundo se rindió al salvadoreño. Lo saludó con afecto, con agradecimiento, con respeto.
