El santiagueño Fernando “Ajito” Juárez puso la firma y es nuevo refuerzo de Platense

Fernando Juárez se convirtió en nuevo jugador del Club Atlético Platense. El mediocampista, de 25 años, llegó proveniente de Talleres de Córdoba hasta el 31/12/2024, sin cargo y con opción de compra. 

De nombre completo Fernando Ezequiel Juárez, el “Ajito” nació el 23 de agosto de 1998 en la ciudad de Fernández. Es un mediocampista central y su último paso también a préstamo fue por Audax Italiano de Chile.

“Ajito”, como lo apodó su hermano hace años, llegó solo con 12 años a la pensión del cuadro cordobés, donde hizo todas las categorías inferiores y vivió hasta diciembre de 2015. Aquel mes logró firmar su primer contrato como profesional para debutar dos meses más tarde, el 12 de febrero de 2016, ante Villa Dálmine y con tan solo 17 años de edad.

Hay que aclarar que el oriundo de la “capital del agro”, a los 10 se fue a Newell´s Old Boys y como era chico, hacía tres meses en Rosario y uno en su casa de Fernández para dos años mas tarde recién ingresar en la cantera de la “T”.

Tras no obtener muchos minutos en primera división, salió cedido a Agropecuario de Carlos Casares, entidad en la cual jugó casi 50 partidos entre 2019 y 2021.

El “Ajito” también fue citado a la selección argentina sub 20 en 2016 y así fue cómo contó el día que se enteró de eso. “Recuerdo que estábamos en un asado de plantel en Talleres de Córdoba, y cuando terminamos se me acercó el presidente y me dijo “estás citado, el próximo miércoles tienes que ir a Ezeiza”. Llamé a mi familia, muy feliz, son de esos momentos donde piensas que está todo yendo bien”, rememoró.

También, Juárez estuvo jugando tres meses en Malta, en 2022, un país desconocido para muchos y así lo cuenta el santiagueño sobre esa experiencia.

” Es un paso que yo no considero mucho en mi carrera, pero al estar tantos años en un club, uno quiere salir, probar otros aires, y cuando salí de Talleres, que fue en agosto del año pasado, estaban todos los mercados cerrados, entonces estaba difícil. Yo no sabía si quedarme o irme, hasta que salió lo de Malta. Yo no conocía absolutamente nada de allá, y no la pasé bien, por muchas cosas: en principio, por el cambio de horario, porque yo estaba solo allá y no lograba coordinar los tiempos con mi familia… Cuando yo me iba a dormir, ellos se estaban despertando y viceversa. Hablábamos solo una hora diaria por teléfono. También la distancia se hace difícil, el idioma. Y me di cuenta rápido que esa liga no era lo que yo estaba buscando”.

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