El defensor del Xeneize reflexionó sobre la época en la que no le iba bien en el club, su pasión por el azul y oro y cómo se lleva con el presidente.
El defensor de Boca Luis Advíncula, una de las figuras del equipo en 2023 y quien es pretendido por Botafogo de Brasil, brindó una entrevista para un medio peruano en la que contó la decisión de salir poco que tomó cuando el Xeneize no atravesaba el mejor momento.
Además, detalló su relación con el presidente Juan Román Riquelme y su pasión por el club de la Ribera desde que era chico.
“Creo que si tienes una cena después de una derrota no pasa nada. Pero si perdiste un partido y te vas a una discoteca… Los hinchas de Boca están en todos lados. Cuando llegué no me estaba yendo bien. Entonces prefería que digan: ‘Este negro es un muerto y se arrastra’ pero en la cancha. Y no que digan: ‘A este negro lo vimos tomando en la discoteca’. Yo sabía en el momento en que estaba”, reflexionó el peruano en una charla con el medio La Lengua.
A su vez, en la misma sintonía, el jugador que llegó al club a mediados de 2021 y ya levantó cuatro títulos, agregó: “Yo no soy un huevón, no me voy a regalar. Me está yendo mal, no estamos ganando, ¿y me voy a ir a una discoteca? Hay que ser bastante cortito. En el fútbol hay momentos para todo”.
Asimismo, el lateral derecho de la selección de Perú reveló que en su extensa carrera ha tenido el deseo de vestir la camiseta azul y oro: “Siempre he tenido el sueño de jugar en Boca. Mi viejo me hacía ver los partidos de chico. Entonces siempre miraba eso, La Bombonera, y cuando fui con Newell’s a jugar, que lo tenía en contra, fue impresionante. A favor es increible, es como dicen: late. Perdimos una final de Copa Libertadores y al partido siguiente era espectacular como alentaban, yo si hubiera sido hincha no iba. Pero ellos alientan, pase lo que pase”.
Por último, el futbolista de 33 años, que es considerado intransferible por el Consejo de Fútbol que quiere renovarle, contó detalles de su relación con el mandamás e ídolo del Xeneize. “Mi relación con Riquelme es buena, de respeto mutuo. Es uno de los pocos hombres que me inhiben. Hablar con él es muy complicado. Cuando tú hablas uno a uno con él, habla y tú te quedas asintiéndole con la cabeza. Me trató muy bien desde el minuto uno que llegué. Antes también. Estoy muy contento y cómodo”, reconoció.