Cuando la magia de mirar a otro lado le gana la pulseada al “olvido pero no perdono”

Por Fernando Serrano. Recuerdo aquel octubre de 2022 cuando Abel Balbo, faltando a la ética profesional, se fue de Central Córdoba, dando el portazo, para “irse corriendo” detrás de Juan Sebastián Verón para ser el entrenador de Estudiantes de La Plata. En Central Córdoba quedaron “bufando” sintiendo en la piel la mieles de la traición.

Mucho dijeron con respecto a eso y sin embargo, ahora con la salida (también con aires de traición) de Omar De Felippe en el cargo, se “olvidaron” de aquel mal trago que le “sirvió” Balbo y ante la primera oferta, le dieron el “si” y el ex goleador de la selección Argentina volverá a ponerse el buzo de DT en el Oeste.

Raro, inadmisible, poco serio, pero así -al parecer- se manejan en el mundo “ferroviario”.

Central Córdoba tiende a ser una vidriera para muchos, Mas allá de los contratos firmados, con todo lo que eso implica y ante una oferta tentadora, se van del Oeste para rumbos “mejores” y eso ya no debe ser así. La entidad “ferroviaria” tiene mucha historia, que merece más respeto.

Los directivos deberían hacer valer eso a la hora de dejar ir a quien en su “primer trabajo bueno”, deciden llevar esa “chapa” de haber dirigido y jugar con una camiseta que pesa y mucho.

Deberán hacer valer los contratos firmados, llegar hasta el final tal como establecen los mismos y que de una vez por todas, Central Córdoba ya no sea el trampolín para muchos y se convierta en un club donde el que llega debe hacer historia.

El tema de Omar De Felippe no dista de lo que hizo Balbo. Tras hacer un buen trabajo en seis meses como DT, hizo su propia estrategia, presionó a la dirigencia con motivos que llaman la atención para tener “un motivo” para irse a dirigir a un club de Perú.

Central Córdoba y Santiago del Estero tiene que ser un lugar donde el que llega debe respetar y trabajar como su historia así lo merece.

A tener en cuenta.

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