El Ciclón vuelve a estar de fiesta. En medio de un clima institucional caliente y un momento deportivo irregular, San Lorenzo le dio un nuevo golpe a Boca y le ganó 2 a 1 en el Nuevo Gasómetro por la Liga Profesional, con los goles de Agustín Giay y Adam Bareiro. En un encuentro caliente y con varias jugadas polémicas donde el Xeneize se puso en ventaja con un tanto de cabeza de Marcos Rojo, el equipo de Rubén Insúa mostró carácter y superioridad ante un rival que no jugó bien y dejó varios mensajes en la interna del club.
San Lorenzo, que no ganaba como local desde el 13 de diciembre de 2021 cuando superó a Newell’s 3 a 2, consiguió el desahogo ante uno de los máximos rivales históricos. Ninguno de los dos llegaba bien: el local había perdido frente a Barracas Central, en tanto que Boca venía de quedar afuera de la Copa Libertadores contra Corinthians y del despido de Sebastián Battaglia como entrenador.
El partido se mostró dinámico en los primeros minutos, con Nahuel “Perrito” Barrios como figura en ofensiva para el Ciclón, mientras que Sebastián Villa y Óscar Romero fueron los protagonistas del ataque xeneize. La línea de cinco defensiva de San Lorenzo le dio la posibilidad de contrarrestar las subidas de Frank Fabra por la izquierda y de Luis Advíncula por la derecha.
Adam Bareiro, determinante con el segundo gol y quien erró un penal en el complemento, tuvo varias situaciones en la primera etapa, sobre todo un mano a mano contra Agustín Rossi en el que quiso tirar la pelota por arriba y se la dejó al arquero. Con algunos ataques de Frank Fabra por la izquierda, el visitante consiguió una falta que terminó en un gran centro de Villa para Rojo, que cabeceó de anticipo contra Sebastián Torrico y puso el 1 a 0.
En un festejo que dejó en claro la postura del central sobre la salida de Carlos Izquierdoz, Rojo se quitó la cinta de capitán (que usó ante la ausencia del habitual portador, justamente el Cali), la besó y fue a abrazar a su compañero al banco de suplentes.
En una respuesta excelente, San Lorenzo atacó por el costado izquierdo en un lateral, aprovechó un pase de Barrios en profundidad y Giay, después de un rebote de Rossi tras un remate de Jalil Elías, convirtió el 1 a 1.
Como en la mayoría de los clásicos, donde el ambiente es tenso y suele haber pierna fuerte de ambos lados, hubo intervención del VAR y algunas situaciones polémicas: por ejemplo, el árbitro Fernando Espinoza anuló un segundo tanto de San Lorenzo cuando el partido estaba 1 a 1, por una falta sin intención de Siro Rosané sobre Alan Varela, que se llevó un golpe duro pero que parecía producto del juego. Después de esa acción, el Ciclón armó una muy buena jugada que terminaba con un tanto de Nicolás Fernández Mercau.
Sin embargo, la revancha para San Lorenzo llegó de la cabeza de Bareiro, que aprovechó la asistencia de Ezequiel Cerutti, la figura del partido, para vencer a un Rossi pasado y a una defensa visitante que ofreció un sinfín de posibilidades.
Después del segundo gol, los de Insúa contaron con un penal a favor por una falta de Rojo que revisó el VAR, pero Bareiro falló su remate al intentar ajustarlo contra el palo derecho del arco de Rossi.
El equipo de Hugo Ibarra, que hizo su debut como técnico interino, no tuvo demasiadas situaciones para igualar el juego y apenas inquietó a Torrico. Exequiel Zeballos, que ingresó en el segundo tiempo, tuvo las mejores aproximaciones pero no logró acercarse con claridad.
Finalmente, los Cuervos festejaron como locales por primera vez en 2022, justo en un clásico, y alcanzó el octavo puesto en la tabla de la Liga Profesional. Los hinchas, emocionados por el triunfo, hicieron sonar el clásico “vamos los pibes”, para el delirio en el Nuevo Gasómetro.
El Xeneize, que sumó su tercera derrota seguida en la Liga Profesional, también tuvo un nuevo capítulo de una semana durísima: afuera de la Libertadores, sin técnico y con señales de interna entre el plantel y la dirigencia, particularmente con el Consejo de Fútbol que lidera Juan Román Riquelme.
