En Central Córdoba, el “horno no está para panes”. Tras la estrepitosa caída el domingo en La Plata frente a Estudiantes (LP) por 5 a 0, las miradas se depositaron en el entrenador Sergio Rondina. El técnico ya no se encuentra en zona de confort. Ahora está en un lugar donde los resultados próximos (se vienen tres partidos en 10 dias) serán vitales para su futuro en el cargo.
La caída frente al “Pincha” agudizó la situación luego de la derrota por Copa Argentina ante Gimnasia de Jujuy, un equipo de la Primera Nacional que navega en los últimos lugares de la tabla de ese ceramen.
Los dirigentes se encuentran impacientes. Los hinchas también, a tal punto que luego de la derrota en el estadio platense, un grupo de hinchas “hablaron” con los referentes del plantel para “pedirles explicaciones” y a interiorizarse para saber qué es lo que les esta pasando.
Es un cúmulo de situaciones que trae una cierta intranquilidad en Central Córdoba.
El próximo viernes (a las 19), Rondina tiene su primer examen ante Arsenal, un rival que conoce y que podría servir de trampolín para su “salvación”.
En cuanto al funcionamiento del equipo, hay varios puntos que resaltar, fundamentalmente en la zona defensiva. El equipo evidencia serios problemas a la hora de marcar y desinteligencias que la está pagando muy caro. El zona de volantes, también hay puntos “flacos”. No hay un patrón de juego y no aparece un estratega que pueda darle el tiempo y ritmo de juego al equipo según la situación.
En la ofensiva, quizás, la cosa está en un impase. A pesar de crear situaciones para convertir, la falla está en la falta de definición, es decir, le están “errado al arco”.
En definitiva, Central Córdoba tiene que cambiar en casi todos los aspectos si aspira a tener un buen resultado el viernes, en el “Madre de Ciudades” frente al conjunto del “Viaducto”.