Luto en el fútbol argentino: falleció Daniel Willington, ídolo de Talleres y Vélez

El fútbol argentino se tiñó de luto este lunes con la noticia del fallecimiento de Daniel Willington a los 83 años. El exfutbolista, quien había sido internado en el Instituto Modelo de Cardiología en Córdoba, es recordado como uno de los jugadores más emblemáticos de la historia de Talleres y de Vélez.

Su impacto fue tan profundo y su talento generó tanto afecto que es considerado uno de los máximos ídolos de la institución albiazul. De hecho, su figura se consolidó como un emblema del deporte argentino, al punto que la popular norte del Estadio Kempes lleva su nombre.

Trayectoria y Leyenda

Daniel Alberto Willington, oriundo de Guadalupe (Santa Fe), llegó a Córdoba a los siete años, cuando Talleres fichó a su padre, Atilio “el Toro” Willington. Su infancia transcurrió a dos cuadras de La Boutique, donde comenzó a mostrar su gran don: una pegada implacable.

Tras destacarse en Avellaneda, firmó con Talleres el 27 de mayo de 1959. Debutó oficialmente el 7 de junio de ese año, con apenas 16 años, en una victoria frente a Huracán de La France. Los medios populares de aquella época, lo consideraron rápidamente una “firme promesa“. Esta se concretó en 1960, un año glorioso donde Talleres ganó cuatro torneos y solo perdió uno de 27 partidos.

Willington estuvo en la “T” en dos etapas: de 1959 a 1961 y de 1974 a 1976, sumando 168 partidos y 66 goles. Antes de su debut, era la mascota y alcanzapelotas de los juegos de su padre. Jugó también en Vélez Sarsfield (donde también es ídolo), Veracruz de México, Huracán e Instituto, donde compartió plantel con Osvaldo Ardiles y Mario Kempes.

El gol del Centenario y los apodos de glorias

El romance eterno con la hinchada de Talleres se selló el 21 de agosto de 1974. En la final del Oficial de Liga Cordobesa contra Belgrano, “el Daniel” marcó uno de los goles más recordados de la institución: un golazo de tiro libre que en 2013 fue bautizado como el gol del centenario y que, como leyenda, millones de hinchas juran haber visto en la cancha.

Su grandeza trascendió las fronteras:

  • Pelé, luego de enfrentarlo, afirmó que “El Daniel” era el mejor jugador del mundo.
  • El escritor Roberto Fontanarrosa lo bautizó como “El Exorcista”.
  • El periodista Nilo Neder lo rebautizó poéticamente como “El Daniel de los estadios”.

En su etapa de Director Técnico de Talleres, junto a José Trignani, logró el ascenso a Primera en 1994. Hoy, el fútbol despide a una figura irrepetible, cuyo legado perdurará para siempre.

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