El fútbol santiagueño sigue con muchos altibajos, fundamentalmente cuando de un clásico se trata. Cuando la semana pasada la Liga Santiagueña de Fútbol anunció que el clásico del Oeste entre Güemes y Central Córdoba se iba a jugar en cancha de Agua y Energía, las miradas cómplices empezaron a ser un síntoma de una mala decisión.
Uno se pregunta, ¿cómo un clásico con tanta historia en el fútbol santiagueño se puede jugar en un terreno de juego en malas condiciones? ¿Es una falta de respeto a los jugadores que hoy defienden esos colores que tienen una gran rivalidad a sus espaldas? ¿No había otro lugar, de mejores condiciones en el campo de juego para jugarlo?
Las escenas fotográficas son elocuentes. En un momento del segundo tiempo, el viento produjo una especie de remolino sobre el sector derecho de la mitad de la cancha que dejó con caras polvorientas a algunos jugadores. Fue allí donde uno piensa y analiza, ¿porqué están matando al fútbol santiagueño?.

Sabemos que tanto el “gaucho” (que en este caso oficiaba de local) como el “ferroviario” no tienen objetivos importantes en el torneo local ya que ambos están participando en los torneos de AFA, uno más importante que el otro, entonces, se puede decir que poco les interesa dónde se juega un partido de envergadura e historia como Güemes-Central Córdoba, que tanto hizo delirar a su fanaticada en años anteriores.
Los dirigentes deberían analizar ese tema, porque de una manera u otra, están matando al fútbol local, además porque se trata de dos clubes con más convocatoria del fútbol santiagueño. ¡¡¡Ah, además el partido se jugó a puertas cerradas!!! Usted pregúntese, ¿porqué?. ¿Que se necesita para volver a tener esa pasión bien santiagueña cuando se enfrentan estos dos equipos?
Hay que darle más valor al fútbol santiagueño.