Santiago del Estero fue campeón argentino de básquet en categoría Cadetes en 1984. Fue un título histórico logrado en Córdoba, venciendo a Buenos Aires en la final por 76-64, con figuras destacadas como el capitán Humberto “Negro” Alcaide y jugadores como Victorio Yanuzzi, Pablo Migueles, Guillermo Rojo, Pablo Nader, Federico Badami, Alejandro Rios, Ruben Pikakuk, Pedro Gullota, Oscar Montenegro, Walter Seoane, y Fabian Soria, bajo la dirección técnica de Cacho Banegas y Sebastián Simonetti, pero ideado por el gran Jose María “Yoyo” Cavallero, en un gran torneo donde superaron a Córdoba y Entre Ríos.
El plantel santiagueño campeón. Rojo, con la 15.
Esta gesta fue sin dudas una de las más importante de la historia del deporte santiagueño, por la repercusión que tuvo y porque se sintió como el gran triunfo de cada uno de los habitantes de Santiago del Estero.
Este logro fue muy significativo para el básquet santiagueño y se celebraron varios homenajes a ese equipo campeón en los años siguientes, confirmando su lugar en la historia deportiva de la provincia.
Guillermo Rojo, aquel soñador surgido del club Jorge Newbery, oriundo de ese populoso barrio, recordó con mucha emoción ese histórico triunfo con sgosports.com.ar.
LA PREVIA. “Desde muy chico anhelaba estar en un seleccionado santiagueño por el hecho de viajar y vivir esos momentos. Anteriormente al 84, hubo un torneo Argentino de Cadetes en Entre Ríos que no pude participar. La llegada del profe Cavallero a Santiago fue importante porque inculcó valores y respeto y dentro de ese contexto, decidió darles la oportunidad a todos los chicos que tengan condiciones a estar en la preselección. Cada club tenía la obligación y necesidad de mandar dos o tres chicos que consideraban que podrían ser parte del equipo santiagueño. Fue así que pude ir a entrenar, creo que era en el club Juventud. Había alrededor de 50 chicos. La citación era muchos meses ante del inicio del Argentino del 84, lo que habla a las claras de la planificación que tenía el “Profe” Cavallero. En lo personal me preparé mucho, salía a correr desde el Jorge Newbery hasta el Cristo, muchas veces solo, otra veces me acompañaba Juan Carlos Robledo, un amigo del barrio. Fue un proceso de mucho tiempo antes porque el anhelo y el sueño de integrar ese equipo era muy grande. Había jugadores que tenían muchas condiciones y otros que debíamos tener el plus de entrenar en la parte física. Tuve un buen torneo en el Argentino de Infantiles que me ayudó a ver las cosas de otra manera”.
“Guilli” Rojo marcando a Miguel Cortijo durante un entrenamiento previo al Argentino.
CON LA SANGRE EN EL OJO. Además, Rojo contó a sgosports.com.ar, que años anteriores no pudo estar en el seleccionado de Cadetes y eso lo motivó para seguir insistiendo. “Recuerdo que años anteriores hubo un Argentino de Cadetes que no pude estar. De Newbery fueron Sergio Gómez y Lali Cabanillas y por eso quedé con la sangre en el ojo. Eso me sirvió como una motivación para luchar por formar parte del equipo del 84. Había que ponerle ganas y eso fue así que me preparé antes que todo. Vivía muy cerca del club Jorge Newbery o sea vivía cerca de mi sueño. Ser zurdo fue determinante también porque había pocos zurdos en ese momento y era una buena alternativa”.
UN TORNEO CASI PERFECTO. “En esa época no se sabía o mejor dicho no había demasiada información sobre los rivales. Nos reflejábamos solamente en las ganas que teníamos. Cada uno tenía la misión y el sueño de ganar. Eso se vio en cada partido que jugamos”.
CAVALLERO, UN VISIONARIO. Una de las anécdotas que Rojo contó a sgosports.com.ar fue: “Cuando llegamos a Córdoba, no nos esperó nadie de la organización. Anduvimos dando vuelta en el colectivo del club Olímpico varias horas. Luego apareció un auto que nos trasladó hacia un galpón grande, donde había muchas camas. Fue en ese momento que el profe Cavallero se quejó y nos permitió ir hasta un hotel céntrico, Viñas de Italia, que estaba cerca de la cancha donde se jugaban los partidos para poder descansar mejor y tener una buena alimentación. El profe era un adelantado en el tiempo. Haber trabajado en Venezuela, España entre otros países, le sirvió a que tomen esa clase de condiciones y valores. Era un ejecutor de la responsabilidad. Nos prohibía hasta de tomar gaseosas y eso me sirvió en lo personal ya que hasta el día de hoy no tomo gaseosas”.
Rojo contó toda la historia entre mates y medialunas.
LA MAYOR GESTA DEL DEPORTE SANTIAGUEÑO. “Si bien es cierto que Santiago del Estero brilló años anteriores en varios deportes, hubo una etapa que no se ganaba nada importante y ganar este Argentino fue el quiebre de eso, es por eso que se disfrutó mucho y la gente lo vivió de manera especial”.
GRAN RECIBIMIENTO. Asimismo, Rojo confesó que “el recibimiento que tuvimos al llegar a Santiago fue la manifestación popular en caravana mas grande que tuvo Santiago en su historia. Fue la caravana voluntaria con mas gente que tuvo la provincia. La gente fue por decisión propia a esperarnos. Mi familia intentó esperarme en avenida Belgrano y 9 de Julio, pero era tanta la gente que tuvieron que ir hasta el arco del barrio Almirante Brown para recibirnos. Recuerdo que había gente saludándonos desde Yanda mas o menos”.
MENTE GANADORA. “Fuimos con la mentalidad de ganar. Comenzamos ganando a Buenos Aires que tenía a jugadores como Juan Espil, Dominé, jugadores que luego fueron jugadores de selección. Después vivíamos el día a día, partido a partido. La mentalidad ganadora la llevamos desde Santiago”.
EL NEGRO ALCAIDE, EL GRAN CAPITÁN. “El equipo tenía responsables y líderes. En este caso el responsable era el profesores Cavallero, pero el líder sin dudas era el Negrito Alcaide. Nos transmitía las ganas de ganarles a todos. Llevaba al básquet en el alma, a fuerza de ser desde chico el que se destacaba. En este grupo encontró el lugar para liderar. Nosotros nos pusimos a la par porque nos destacamos por ser responsables. Fue nuestro capitán dentro y fuera de la cancha. Dentro de la cancha porque entendía perfectamente el juego, marcaba los tiempos, nos hacía jugar a su ritmo de una manera espectacular y fuera de la cancha porque también nos marcaba el camino y los límites hasta dónde teníamos que joder y esas cosas. El no está entre nosotros, pero siempre lo tenemos presente”.
EL SIGNIFICADO DE ESTE TÍTULO HISTÓRICO. “Con el correr del tiempo, rescato de este título los valores que pudimos aprender. Si bien es cierto que por este torneo nos hicimos conocidos, pero lo que valoro es la humildad y la disciplina que cosechamos. El mensaje va a ser más importante que la obra. Hay que se consecuentes con las cosas mas que todo”.
SU REGRESO AL BARRIO TRAS LA CONSAGRACION. “Si bien es cierto que este título significó mucho en lo personal, pero nunca dejé de ser yo con mis amigos, el respeto que tenían hacia conmigo es lo que mas rescato. Recuerdo que los días posteriores pasaron el partido por un canal de cable de Santiago y me invitó Cuni Aguirre a verlo en su hogar. Fuimos con algunos changos y lo disfrutamos. La cosecha de amigos es lo que mas valoro”.
