El Superclásico entre Boca y River, conocido por desafiar toda lógica, puso en aprietos a la inteligencia artificial. Los modelos de lenguaje más populares, ChatGPT y Gemini, ofrecieron pronósticos totalmente opuestos, generando una gran sorpresa entre los aficionados y analistas.
ChatGPT se decantó por la victoria de River con un marcador de 2-1. Su argumento se centró en la actualidad y el estado psicológico: el elenco de Núñez “tiene ligera ventaja en forma y expectativas, juega con lo psicológico por lo ocurrido en los últimos clásicos”, además de señalar que Boca presenta “más impedimentos en su defensa”.
En una nota discordante, Gemini se mostró más cauteloso, pero dio mayores probabilidades al xeneize. La IA declaró: “Si me baso en la historia pura en ese estadio y en la mística del xeneize en su casa, tiendo a pensar en el empate o la victoria del local por la mínima“.
La sorpresa, por lo tanto, no es solo el resultado predicho, sino la profunda diferencia metodológica entre ambas inteligencias. Mientras una (ChatGPT) se enfoca en el dato frío y la coyuntura, la otra (Gemini) prioriza la carga emocional e histórica del mítico estadio.
