Facundo Bagnis, suspendido por un caso de doping: “Estoy viviendo uno de los peores momentos de mi carrera”

La Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA) notificó al santafesino Facundo Bagnis por el uso de una sustancia prohibida sin autorización terapéutica válida, tras un control realizado durante la fase clasificatoria del último US Open, el 18 de agosto pasado.

Según el comunicado oficial, la muestra A arrojó la presencia de hidroclorotiazida, un diurético incluido en la lista de “agentes enmascarantes” del Programa Antidopaje del Tenis.

Aunque no se trata de una sustancia que implique suspensión obligatoriaBagnis optó por aceptar una suspensión provisional voluntaria, vigente desde el 18 de octubre, que le impide competir o entrenar en torneos organizados por ATP, ITF o federaciones asociadas.

El jugador de 35 años, actual número 401 del ranking y ex 55° del mundo, atraviesa así uno de los momentos más difíciles de su extensa trayectoria profesional. En una carta pública, Bagnis expresó su desconcierto y su decisión de colaborar plenamente con la investigación: “La noticia me tomó completamente por sorpresa. Desde el primer momento estoy colaborando con la ITIA de manera total y transparente. Decidí aceptar voluntariamente la suspensión provisoria para dedicar toda mi atención a este proceso y demostrar que no tengo nada que esconder”. En el mismo texto, el rosarino dejó entrever que su defensa apunta a una posible contaminación cruzada.

Bagnis, que este año había vuelto a competir tras una lesión de rodilla que casi lo lleva al retiro, insistió en su inocencia y agradeció el apoyo recibido: “Nunca tomaría conscientemente algo prohibido. Tengo plena confianza en que la verdad va a salir a la luz con un desenlace justo”.

El tenista, con 17 títulos en el circuito Challenger y finalista ATP en Santiago 2021 y Córdoba 2024, se mostró confiado en que podrá esclarecer lo ocurrido con la ayuda de su equipo médico y legal. La ITIA, por su parte, continuará con la investigación hasta emitir un fallo definitivo, en el que se computará el tiempo de suspensión ya cumplido.

Conocido por su compromiso dentro y fuera de la cancha, Bagnis siempre fue una voz respetada en el circuito. Más allá de su carrera profesional, lidera una escuela de tenis adaptado en Armstrong y fue crítico del sistema que dificulta la supervivencia de los jugadores fuera del top 100.

Ahora, en medio de una situación inesperada y dolorosa, el santafesino enfrenta un proceso que pondrá a prueba no solo su reputación deportiva, sino también los valores que lo convirtieron en uno de los referentes más respetados del tenis argentino contemporáneo.

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