El 15 de octubre de 1967, Central Córdoba escribió una de las páginas más gloriosas de su historia al vencer a Boca Juniors por 2 a 1 en La Bombonera, en el marco del Torneo Nacional de ese año. Aquella hazaña marcó un antes y un después para el club y para el fútbol santiagueño, dando origen al mote de “El primer grande del interior”.
El Ferroviario logró la proeza en suelo porteño con los goles de Marcelo “Poro” Aranda, quien abrió el marcador a los 19 minutos del primer tiempo, y de Manuel Rojas, que amplió la diferencia a los 30 del complemento. Antonio Rattín descontó para Boca a cuatro minutos del final, pero Central Córdoba resistió con carácter y determinación para sellar una victoria que quedó grabada en la memoria colectiva de los santiagueños.
Ese día, Central Córdoba formó con Carott; Mackeprang y Ruiz; Rossi, Chazarreta y Saganías; Aranda, Taboada, Rojas, Pereyra y Ayunta. Por su parte, Boca presentó a Roma; Magdalena y Marzolini; Simeone, Rattin y Silveira; Pianetti, Madurga, Novello, Zarich y González.

Aquel 15 de octubre de 1967 fue mucho más que un triunfo deportivo: fue la consagración de un sentimiento y el punto de partida de una identidad que sigue vigente. Hoy, a 58 años de aquella jornada inolvidable, Central Córdoba recuerda con orgullo una gesta que lo consagró como símbolo del fútbol del interior argentino.