Murió una leyenda de la NBA víctima de un cáncer

El dos veces campeón de la NBA y miembro del Salón de la Fama Bill Walton murió de cáncer a la edad de 71 años, anunció la NBA este lunes.

“Bill Walton fue verdaderamente único”, dijo el comisionado de la NBA, Adam Silver, en un comunicado. “Como jugador del Salón de la Fama, redefinió la posición de pívot. Sus habilidades únicas y versátiles lo convirtieron en una fuerza dominante en UCLA y lo llevaron a ser MVP de la temporada regular y las Finales de la NBA y a ganar dos campeonatos de la NBA”.

Se formó en la universidad de UCLA, con la que ganó dos títulos de la NCAA, posteriormente fue dos veces campeón de la NBA, con los Portland Trail Blazers (1977) y los Boston Celtics (1986). 

Fue considerado por muchos como el pívot técnicamente mejor dotado de la historia del basket, aunque las lesiones le apartaron de la competición en repetidas ocasiones y limitaron su aportación en los equipos en que militó. A Walton se le ha considerado “el pináculo de los pívots” (Bob Ryan, en Dick Vitale’s), ya que a diferencia de otros muchos de los grandes pívots de la historia presentaba un juego completo tanto en ataque como en defensa. Se le valoró también por ser la alternativa a Kareem Abdul-Jabbar.

Walton destacó desde su infancia por sus características físicas y su afición al deporte. Desatendió las tentadoras ofertas del fútbol americano para convertirse, a partir de los 15 años, en toda una promesa del basket en el colegio Helix de La Mesa, población californiana en la que nació. 

En ese equipo empezó jugando de base, con 1,85 de estatura, pero tras un espectacular desarrollo (creció 20 centímetros en dos años) evolucionó hacia la posición de pívot. Cuando la universidad de UCLA alcanzó su quinto anillo de la NCAA en 1970, John Wooden ya habló, en la rueda de prensa posterior al partido final, de la incorporación de un nuevo jugador que iba a causar sensación en la liga universitaria. Hacía una temporada que Abdul-Jabbar había abandonado el equipo, y Walton se erigía como su más probable sucesor.

En su segundo año ya ganó el título universitario, siendo considerado el mejor jugador del torneo nacional. Repitió éxito un año más tarde, evidenciando grandes progresos técnicos en su juego, gracias a la labor específica realizada por Wooden con su movimiento de pies. En la final universitaria de 1973 firmó la mejor actuación individual de una final four: 44 puntos (21 de 22 tiros de campo) y 13 rebotes.

Durante su etapa universitaria, Walton no destacó sólo por el basket. Seducido por los movimientos contestatarios de la época, decidió tomar partido en las campañas antibelicistas y frecuentó la compañía de intelectuales comprometidos con esas causas. A partir de entonces se le empezó a conocer con el sobrenombre de El Gran Rojo por su abundante melena y barba pelirrojas. De aquella época arranca su obsesión por la naturaleza y su condición de vegetariano.

Su forma de pensar y actuar en la época contrastaba con la rigidez y moralidad de su entrenador. Sin embargo, Walton era la estrella del equipo y uno de los mejores jugadores del país, lo que demostró en la mencionada final de 1973,. 

En 1974 fue elegido por los Portland Trail Blazers en la primera posición del draft. Con él llegó la Blazermanía al Oeste, fenómeno creado por los aficionados del equipo de Oregon y la gran multitud de seguidores de Walton. No obstante, no llegó a identificarse plenamente con el equipo porque seguía manteniendo su ilusión por jugar en el sur de California. Walton llegó a plantearse la posibilidad de jugar en un equipo de la ABA, e incluso jugando con los Blazers mantuvo su residencia habitual en La Mesa. 

Walton en acción defendido por Dan Issel en su etapa de jugador Jack Smith.

Al tercer año de su estancia en Portland logró su primer anillo de la NBA al batir en la final de esa temporada (1976-77) a los potentes Philadelphia 76ers. A partir del año siguiente se agravaron sus problemas de lesiones en tobillos y rodillas, aspecto que había marcado su carrera desde la etapa universitaria. Pasó un año inactivo y en el verano de 1978 anunció su regreso. Portland entendió que no se iba a reponer y decidió aceptar una operación planteada por los San Diego Clippers, con los que Walton sólo pudo jugar aquella temporada 14 partidos a causa de sus problemas físicos, motivo por el cual se vio obligado a permanecer inactivo de nuevo durante dos años. Se pensó entonces que su retirada era inminente. En los Blazers había batido el récord de inactividad por lesión (201 partidos) y en San Diego había fracasado por la misma causa.

Walton se recluyó dos años en Stanford, donde estudió Derecho, y decidió regresar al basket en 1982. Jugó tres temporadas más con los Clippers (la última de ellas con el equipo ya en Los Angeles) y finalmente se ofreció a los Boston Celtics, donde fue muy bien recibido en el equipo. A cambio de sus derechos, los Celtics traspasaron a Cedric Maxwell y ofrecieron a los Clippers la primera ronda del draft de 1986. 

El 6 de septiembre de 1985 se confirmó su fichaje por el equipo de Boston, en el que se convirtió en el mejor sexto hombre del campeonato y ganó su segundo anillo en 1986. Fue el sustituto ideal de Robert Parish y Kevin McHale mientras sus rodillas no se resintieron. 

En el verano de 1988 decidió poner punto final a su carrera profesional tras pasar una temporada más sin poder jugar. En 1993 fue elegido para figurar en el Salón de la Fama. Tras su retirada, ejerció de mentor de jugadores como Shaquille O’Neal. Posteriormente destacó en su labor de analista y comentarista en cadenas de televisión donde combinó un estilo riguroso y detallista con una visión divertida.

Su hijo Luke desarrolló una carrera como jugador con papel secundario en los Lakers convirtiéndose luego en entrenador.

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