En el fútbol los merecimientos quedan en segundo plano cuando el que marca el gol y luego defiende con uñas y dientes esa ventaja, se queda con la victoria. Es lo que ocurrió anoche porque Central Córdoba se quedó con una gran victoria sobre Lanús con un gol de Tomas Molina a los 12 minutos del segundo tiempo. Es cierto, son tres puntos importantísimo para el “ferro” porque venía a los tumbos y le permite mantener el sueño de escalar en la tabla de posiciones.
En el primer tiempo, Lanús mostró sus credenciales, se hizo dueño del balón, pero con el correr de los minutos, Central Córdoba emparejó las acciones y tuvo sus chances.
En el complemento la situación fue otra. Balbo ordenó una línea de cinco en defensa para esperar la contra con Molina y Monzón y eso ocurrió a los 12 minutos cuando en una acción dentro del área “ferroviaria” terminó con un pase en profundidad para Molina, que con un remate cruzado batió el achique del “granate”. Fue en el momento que peor la estaba pasando el conjunto santiagueño.
Tras ese gol, Balbo ordenó el ingreso de Kalinski y dispuso con eso dos líneas de cinco para defender con uñas y dientes la ventaja. Lo hizo muy bien, porque llevó a Lanús a la desesperación y con ese panorama era más difícil conseguir la igualdad.
Finalmente fue una victoria que llega como un bálsamo para el “ferro”. El segundo de la Copa de la Liga y que renueva la ilusión de la gente.
