Una denuncia no comprobada de racismo obligó a un periodista argentino que cubrió la semifinal entre Palmeiras y Boca Juniors a estar demorado por tres horas en la comisaría ubicada dentro del estadio Allianz Parque de San Pablo.
“No hubo elementos para demostrar la acusación”, dijo el comisario César Saad, de la Policía Civil (investigaciones) de San Pablo sobre el caso del periodista Cristian Infanzón, de Radio del Plata.
Infanzón fue demorado por la Policía en el palco de prensa luego de que plateistas de Palmeiras invadieran al zona para insultarlo debido a que gritó con efusividad el penal pateado por Guillermo “Pol” Fernández que le dio el pase a Boca a la final de la Copa Libertadores de América.
Dos de los plateistas lanzaron botellas de agua contra el palco de prensa y acusaron al periodista argentino de haber hecho un gesto racista, que en Brasil es considerado delito de injuria racial y es un crimen no excarcelable desde enero de 2023.
Una vez en la comisaría del estadio, el cónsul general de la Argentina en San Pablo, Luis María Kreckler, se hizo presente con su equipo para interiorizarse sobre la situación legal del argentino.
El juez interviniente en la causa ordenó la inmediata liberación del argentino por falta de mérito a raíz de la supuesta falsa denuncia, una decisión que fue llevada a la policía por el cónsul Kreckler, que reclamó por la demora en el procedimiento de soltura.