Central Córdoba tenía todo para ganarlo pero volvió a la normalidad y terminó empatando

En el fútbol, los goles son amores, dice un viejo adagio. Central Córdoba tuvo en el primer tiempo la mesa servida para ganarlo, porque Colón se lo permitió. Es por eso que Lucas Besozzi y Leandro Maciel marcaron los goles.

Con el 2 a 0 parecía que se venía una tarde tranquila para el “ferro”, máxime si se tiene en cuenta que los dos goles de diferencia fueron pocos con respecto a los goles que desperdició.

En el complemento, Central Córdoba volvió a ser Central Córdoba, Fabio Pereyra volvió a ser Fabio Pereyra y la defensa “ferroviaria” volvió a ofrecer ventajas que el “sabalero” lo aprovechó en sólo 8 minutos. Primero con el gol de “Wanchope” Abila y luego con el gol en contra de Pereyra.

Con el 2 a 2, Colón se agrandó y pudo desnivelar, solamente con la presencia de Abila en la ofensiva y la facilidad que siempre da Pereyra, que ya se nota que no da pie con bola en el equipo.

Pero el partido volvió a dar su oportunidad a Central Córdoba cuando el árbitro Fernando Espinoza, nuevamente queriendo “robar” el protagonismo del partido, expulsó a un jugador de Colón.

Con el hombre de más, Central Córdoba atacó nuevamente, pero como suele ocurrir en todos los partidos que jugó en este torneo, careció de ideas, de un jugador que se ilumine y permita abrir el camino del gol.

Sobre el final lo tuvo Soraire, pero no llegó tras un “piedrazo” que tiró Castelli dentro del área.

Un empate 2 a 2 con sabor a nada logró Central Córdoba en el “Cementario” de los Elefantes”. El promedio lo sigue acechando y el técnico Leonardo Madelón seguramente volverá a repetir que el equipo juega bien, pero que le falta concretar las oportunidades. Hay que sacarle el cassette al santafesino.

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